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¿Verdadero o falso? 16 mitos sobre las lentillas

Existen multitud de mitos y leyendas urbanas sobre las lentillas, historias que muchas veces pueden asustar a quien está pensando en ponerse lentillas por primera vez. En cierta medida es comprensible esta inquietud, ya que al fin y al cabo se trata de colocar un objeto extraño en una zona tan delicada como el ojo.


Sin embargo, aunque está bien preocuparse y tener cuidado al documentarse, es importante saber diferenciar la realidad de los mitos sobre las lentillas. Desde Vision Direct queremos contribuir con información veraz y transparente, y a continuación vamos a explicar 16 leyendas urbanas habituales de las lentes de contacto y su realidad.

Las lentillas pueden caerse del ojo

Sí y no. Una lentilla salirse del ojo si recibes un golpe muy (¡muy!) contundente o si hace mucho (¡mucho!) viento, pero es muy raro que ocurra. Las lentes de contacto están hechas para adaptarse perfectamente a la forma de tu ojo y por eso es muy difícil que se caigan. Las lentillas blandas de hidrogel de silicona se adaptan aún mejor que las rígidas, y por eso es el tipo de lente que más utilizan deportistas y atletas.

Las lentillas pueden darse la vuelta

Sí. Sin embargo, es muy fácil comprobar que una lente de contacto está en la posición correcta antes de ponértela. Muchos modelos incluyen un tinte de visibilidad verde o azul en el borde para ver la lente más fácilmente, y así comprobar la forma de la curvatura de la lentilla. Si la curva se abre hacia afuera, está al revés. Si forma una U perfecta, está perfecta. Echa un vistazo a nuestra guía sobre cómo saber si las lentillas están al revés.

Una lentilla puede perderse detrás del ojo

No. Seguramente esta sea la leyenda urbana más extendida sobre las lentillas y con toda seguridad la hayas oído antes. Una lente de contacto puede caerse del ojo o quedarse atascada en el párpado, pero nunca puede desplazarse detrás del ojo y perderse para siempre. La conjuntiva, una membrana que recubre el globo ocular, impide que nada pase a la parte posterior del ojo. Si te frotas los ojos demasiado es posible que las lentillas blandas se doblen y se muevan dentro del párpado. Igual que ocurre con las pestañas, se trata de algo incómodo, pero no supone ningún riesgo para la salud. La mayoría de las veces las lágrimas de tu ojo terminan expulsándola, como hacen con cualquier cuerpo extraño, pero también consultar este artículo sobre cómo sacar una lentilla perdida en el ojo.

No puedo llevar lentillas si tengo los ojos secos

Falso. Si sufres de sequedad ocular, la idea de llevar lentillas puede que te desanime un poco. Sin embargo, las lentes de contacto pueden incluso ser beneficiosas para los ojos secos. Por ejemplo, las fabricadas con hidrogel de silicona son muy transpirables y suelen incluir las últimas tecnologías de humectación para imitar el pH natural de tus lágrimas. Puedes también jugar con los distintos patrones de reemplazo de las lentillas. Por ejemplo, es posible que te sientas mejor con lentillas diarias o lentillas quincenales en lugar de con lentillas mensuales. Además, siempre puedes recurrir a productos de salud ocular como las lágrimas artificiales, que te ayudarán a tener los ojos hidratados durante todo el día. Y no tienes por qué gastarte una fortuna, puedes encontrar alternativas muy económicas, como estas lágrimas artificiales everclear, a un precio irresistible.

Las lentillas dañan tus ojos

No. Las lentes de contacto comercializadas por las ópticas y los distribuidores autorizados son muy seguras y se consideran material médico. Pueden afectar a tu salud si las llevas demasiado tiempo o, como con cualquier medicina, no sigues las indicaciones del especialista. Si se reemplazan como recomienda cada modelo (cada mes, cada día, cada 14 días…) y se siguen las rutinas de limpieza recomendadas, las lentillas son objetos perfectamente seguros y saludables. Recuerda que nunca debes notar la lente de contacto dentro del ojo, la experiencia de llevarlas debe ser como si no las llevaras. Si no es el caso, pide cita en tu óptica lo antes posible.

Las lentes de contacto hinchan los ojos

No. En ciertas ocasiones puedes sentir los ojos hinchados o irritados, pero la culpa no es de las propias de las lentillas, sino de las bacterias que se introducen en el ojo. Esto puede ocurrir, por ejemplo, al nadar con lentillas o cuando entran en contacto con el agua. En el agua, incluso en la del grifo, habitan multitud de microorganismos que se adhieren a las lentes de contacto y pueden crearte infecciones, es por eso que se desaconseja totalmente guardar las lentillas en agua.

Las lentillas aumentan la tensión ocular

No. Es un mito que las lentes de contacto no hacen subir la presión ocular. Si sufres de hipertensión ocular es importante tenerla en cuenta, pero por supuesto que puedes utilizar lentillas. Simplemente asegúrate antes de consultarlo con tu especialista para que te de el visto bueno.

Las lentes de contacto causan mareo

Verdadero y falso. Verdadero porque durante la adaptación a las lentillas, los primeros días, es posible que sientas cierto mareo y veas distinto que con gafas. Ten en cuenta que con las lentillas vas a tener una visión 180º que no consigues con las gafas. Pero esto se pasa a los pocos días, una vez tu ojo se ha hecho a la nueva forma de ver. Si te sigue ocurriendo tras la adaptación, acude a tu especialista, es posible que ese no sea el modelo adecuado para ti y tengas que probar otro.

Puedo frotarme los ojos con las lentillas puestas

No. En realidad no debes frotarte los ojos nunca, lleves lentillas puestas o no, ya que puedes dañar la córnea y transportar bacterias de tus manos a los ojos. Cuando utilizas lentes de contacto, tienes que tener aún más cuidado para no hacerlo.

No puedes llorar con las lentillas puestas

De todos los falsos mitos sobre las lentillas, este es uno de los más divertidos. Por supuesto que las lentes de contacto permiten llorar: como hemos dicho antes, la gran mayoría de modelos no sólo retienen la humedad sino que imitan la composición natural de tus lágrimas para aumentar la hidratación. Si lloras con ellas puestas, simplemente asegúrate de no frotarte los ojos y, si es posible, quítatelas por si acaso y acláralas con líquido de lentillas si son mensuales o quincenales. En muy raras ocasiones en las que hay demasiada cantidad de lágrimas puede que se desplacen y se salgan, así que es mejor prevenir.

Puedo llevar las lentillas puestas más tiempo del recomendado

No. Es muy peligroso llevar puestas las lentillas más tiempo del recomendado por tu óptico o por las instrucciones del modelo, especialmente si eres un usuario primerizo de lentes de contacto, por mucho que alguien te diga lo contrario. Ocurre lo mismo que al dormir con lentillas: la falta de oxígeno continuada puede afectar a tus ojos y crearte problemas. Si quieres llevarlas puestas durante más tiempo, existen algunos modelos específicos para ello, las lentillas de uso prolongado. Consulta con tu especialista si crees que puedes necesitarlas.

Se puede dormir con lentillas

No. Si te olvidas de quitarte las lentillas antes de ir a dormir, seguramente te despiertes con los ojos secos e irritados. Cuando tienes los párpados cerrados, tus ojos reciben menos oxígeno y, por tanto, las lentes de contacto pierden hidratación y se secan, haciendo que sean mucho más incómodas. El riesgo de que te ocurra algo grave por una noche es muy reducido, pero si se repite a menudo los efectos a largo plazo pueden ser muy perjudiciales, haciendo que desarrolles enfermedades más graves.

Si te ocurre alguna vez, quítate las lentillas en cuanto te despiertes. Masajea antes tus párpados para que tus ojos lubriquen e hidraten algo más tus lentillas. Si el dolor y la incomodidad persiste, acude al médico o al especialista lo antes posible. Si necesitas dormir con las lentillas puestas, pregunta al óptico sobre la posibilidad de utilizar lentillas de uso prolongado.

Puedes nadar con lentes de contacto

No. Utilizar lentes de contacto para nadar o en cualquier otra actividad relacionada con el agua está altamente desaconsejado, ya que el agua contiene bacterias y microorganismos muy perjudiciales para tus ojos. Lee más sobre por qué no nadar con lentillas.

Las lentillas se pueden derretir

No. Este es otro mito sobre las lentillas que se puede encontrar por internet: alguien estuvo mirando al fuego de una barbacoa durante demasiado tiempo y empezó a notar cómo sus lentes de contacto se derretían. Por supuesto, no tiene sentido. Haría falta un temperatura desproporcionadamente alta para que una lentilla se derrita, y la piel humana se habría quemado bastante antes de que eso ocurriera. En situaciones como ésta, el único riesgo es que se reseque debido al calor o al humo. En ese caso, quítate las lentillas o simplemente aléjate del fuego para que tus ojos respiren y se rehidraten. También puedes echarte gotas para los ojos.

Las lentes de contacto se pueden congelar

Falso. El frío puede hacer como mucho que tus ojos estén más sensibles, pero nunca va a congelar las lentillas. Harían falta temperaturas bajo cero muy extremas para que eso ocurra.

Todas las lentillas son rígidas

No. Existe la idea equivocada entre aquellas personas que aún no utilizan lentillas de que son objetos de plástico rígidos que se colocan sobre el ojo, como una especie de lente de gafa, y que siempre vas a notarla. Pero esto no es así. Existen, por supuesto, lentillas rígidas, aunque la mayoría de modelos hoy en día son blandas y con materiales muy delicados y transpirables. El mundo de las lentes de contacto está en continuo movimiento y todas las marcas y fabricantes de lentillas no dejan de lanzar modelos con nuevas tecnologías y materiales. Sean cuales sean tus necesidades, seguramente haya unas lentillas para ti.

¿Tienes dudas?

¿Tienes alguna pregunta sobre estos mitos sobre las lentillas o sobre salud ocular? Echa un vistazo a nuestras Guías de ayuda o nuestro Centro para el cuidado de la vista. ¿Eres ya usuario y buscas comprar lentillas baratas? Ponte en contacto con nosotros y estaremos encantados de ayudarte.

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